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RELACION ASIFIXIANTE O AMOR CONSCIENTE?


De relación asfixiante a amor consciente | Diana Fernandez  | Coach Espiritual  | Relaciones posesivas  | www.diana-fernandez.com

Cómo saber si lo que vives es una relación asfixiante o amor consciente? Si te encuentras dentro de una relación posesiva, muy posiblemente sea el momento de soltar definitivamente esta situación o crear espacios en los que puedas crecer y respirar libremente.

Las relaciones, en especial las relaciones de pareja, son en sí escuelas de crecimiento espiritual. Muchas veces se tornan en dependencia emocional. Allí se reflejan, claramente, como un espejo, todos nuestros miedos, todas nuestras inseguridades y también, todo el amor, toda la compasión y toda la belleza que llevamos por dentro.

Cuando nos permitimos amar realmente, de repente descubrimos un gran tesoro que yace escondido en nuestro corazón. Para mí es como una fuente de riquezas ilimitadas e inagotables que están allí, siempre disponibles, esperando a ser entregadas.

Así, la alegría del amar nos mueve el corazón, descubrimos la belleza pura en el otro y le aceptamos tal cual es, pues el amor consciente es más fuerte que cualquier información que nuestra cabeza nos pueda dar.

Aún más, al amar sentimos que el sentimiento de escasez que nuestro corazón tenía finalmente termina, descubrimos nuestro propio valor, nuestra propia belleza, nos sentimos fuertes nuevamente y la dependencia emocional por otros disminuye considerablemente. Todo lo que está dentro de nosotros desea salir, expresarse y entregarse ilimitadamente sin importar la retribución. El amor está dentro de tí, el otro sólo te ayudó a que tú lo encontraras.

Siempre atribuyo al amor, la puerta más grande hacia nuestra propia abundancia. Cuando abres tu corazón y amas, descubres que puedes dar y dar y aún tienes más por entregar. Allí, el egoísmo desaparece, no te sientes necesitado sino, todo lo contrario, te sientes con tanto para dar, que este caudal de amor no lo puedes detener y simplemente debes dejarlo fluir.

De repente, algo sucede. Todo cambia.

Tu cabeza desea retomar el control y lo logra recreando historias pasadas. imaginando escenas futuras, buscando comparaciones, generando desconfianza y haciendo que te alejes poco a poco de tu corazón.

Es como si, sin darte cuenta, vas escuchando más tu cabeza y menos los latidos de tu corazón y vas cerrando la puerta a la luz del amor, a aquella abundancia que yace dentro de ti. De repente te encuentras en plena oscuridad, en plena escasez y lleno de miedo.

Tus comportamientos cambian.

Antes, al sentirte en abundancia estabas lleno de vida, el amor florecía en toda su belleza, en todo su esplendor. Ahora, al cerrar la puerta de tu corazón, no sabes de qué alimentarte, de dónde recibir la luz del amor que antes recibías con tanta fuerza. Perdiste el camino y observas afuera tratando de encontrarlo. Curiosamente, ahora con alguien, en vez de sentirte más, te sientes menos.

Al haberte alejado de tu corazón, de la fuente del amor, tu atención se dirige hacia afuera y tu principal "alimento" es tu relación. La dependencia emocional y los apegos comienzan. Tu función, que antes era entregar sin medida ya no existe, sólo estás en busca de un poco de alimento y cuando lo encuentras, no lo quieres soltar, no lo quieres dejar ir.


Allí comienzan todos aquellos síntomas característicos de una relación asfixiante, donde los apegos abundan al ser una relación posesiva. Dos personas, que han olvidado su camino, su abundancia y poder, tratan de retro-alimentarse con lo poco que tienen afuera viviendo en escasez.


Tu y el otro se han olvidado de su verdadera misión, del rescatar el poder individual que yace en el amor, la alegría y la paz, para así buscar solo sentimientos externos de alguien que también se encuentra en escasez.

Los espacios para crecer terminan. Los dramas comienzan, la mente y las emociones están tan ocupadas tratando de resolver conflictos, ganar batallas, retro-alimentarse, que el camino de regreso hacia el corazón se ha olvidado totalmente.

El regreso a casa.

El momento del cambio llega cuando tú entiendes y aceptas que la misma relación que una vez te llevó a las riquezas de tu corazón, es la misma relación asfixiante que luego se dejó llevar por la cabeza, los miedos, el drama y el sufrimiento.

Entonces, comienzas a entender que te perdiste, que te debilitaste y te fuiste por el camino incorrecto. Allí, si tu lo decides, comienzas a emprender la marcha para volver a encontrar el amor consciente que yace dentro de tí y que afuera no encontrarás.

 

8 CLAVES PARA ENTRAR EN EL AMOR CONSCIENTE

Estas claves te pueden ayudar a crear una relación más consciente donde exista la abundancia del amor:

1. El amor está dentro de tí

Desde mi punto de vista y por mi experiencia propia, siento totalmente que el amor no está afuera, sino dentro de mi. Cualquier persona que viene a mi vida es un ser que toca la puerta de mi corazón. Es un ser que siempre intenta devolverme a mí misma, a mostrarme todo el amor y la riqueza que llevo dentro. La función del otro es recordarme quien soy y todo lo que tengo para dar.

2. Reconoce la abundancia del amor al entregar

Nunca voy a poder saber cuanto amor hay dentro de mí si no lo comienzo a entregar. Haz la prueba! En mi caso, cada vez que entrego amor reconozco que dentro de mí hay más y más. Con acciones, con palabras y demás siempre me doy cuenta, que el amor es ilimitado y cuando no lo hay, es porque mi cabeza ha intervenido co miedos, comparaciones, historias futuras, pasadas y demás.

3. Entrega amor sin miedo

Nada es garantía en nuestra vida. No puedo asegurar que mi relación durará para siempre o que por haber entregado amor, recibiré entonces lo mismo. El amor consciente es incondicional y lo entrego porque me siento llena de él y me hace feliz entregarlo.

Lo que hace la persona que lo recibe ya no es mi responsabilidad. Es aceptar que no entendemos todo, que cada persona va por un camino individual de crecimiento y hará lo que debe hacer para su crecimiento individual. Más no podemos saber.

4. Establece límites saludables

El amar indica también amarnos a nosotros mismos y establecer límites y espacios saludables. Siento que, en el momento en que los límites saludables se pueden estar sobrepasando, allí se están cerrando las puertas del amor y se está entrando en el ámbito de la escasez donde se hace cualquier cosa por obtener amor y atención. Nuevamente, cada persona dentro de la relación debe volver a encontrar su fuente, su camino a casa.

5. Reconoce la grandeza en el otro

El amor siempre exalta, hace feliz, re-establece la autoestima en el otro y le devuelve su poder, no se lo quita. Si sabes y sientes que la fuente del amor está dentro de tí, así mismo la reconocerás en los demás. Si tienes acceso a tu propia fuente, entonces no tratarás de usurpar el alimento de otros sino que al contrario, entregarás sin medida. 5. Brinda espacio para crecer

Se trata de ayudarte y ayudar a tu pareja. A través del espacio, cada ser, puede permitirse crecer y conocerse como individuo. Las relaciones asfixiantes terminan por deteriorar a cada individuo. Si sientes que debes retener, poseer o aprisionar, es porque nuevamente te estás alimentando de afuera y no de adentro. No estás permitiendo que el amor fluya de adentro hacia afuera.

6. Suelta cuando sea necesario

Cuando la relación no es de crecimiento, en la que las dos personas cada vez se unen más profundamente, en amor, alegría y paz, es el momento de re-evaluar la situación. Están creciendo o están deteniendo su crecimiento? Están estancándose o están fluyendo? Están creando drama y sufrimiento o están creando amor verdadero? Mi posición es, si genera sufrimiento y drama y sabes que lo puedes cambiar, entonces no lo necesitas.

7. Crece a nivel individual

Esto siempre lo recuerdo a través de mi Programa Maestría de Vida: Invierte en tu crecimiento individual de manera tal, que cuando entres a una relación seas un 100%. Que cuando entres a una relación sea para entregar todo lo que está dentro de tí. Que cuando tengas dificultades puedas manejarlas con sabiduría. Medita, aprende a conocer tu mente y poco a poco, sé el dueño de tu vida, de todo lo que sale de tí, conscientemente. Descubre tu poder interior, vive plenamente. Descubre que tu misión es entrar allí y ser luz de amor, alegría y paz en este mundo, no lo contrario.


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